¿Qué es la discapacidad?
La discapacidad es un concepto que evoluciona y que resulta de la interacción entre las personas con deficiencias y las barreras debidas a la actitud y al entorno, que evitan su participación plena y efectiva en la sociedad, en igualdad de condiciones con las demás
Olvídate de definiciones rimbombantes y tecnicismos. La discapacidad, en esencia, es la forma en que el mundo interactúa con una persona que tiene alguna condición física, mental o sensorial diferente. Es como si, de repente, las reglas del juego cambiaran para ti, y tuvieras que adaptarte para seguir jugando.
Imagina que tu tablero de Monopoly está lleno de casillas de «retroceso» o que laberinto de Pac-Man está plagado de callejones sin salida. Frustrante, ¿verdad? Pues así se siente a veces navegar por un mundo que no siempre está diseñado para las necesidades de todos.
Pero la discapacidad no define a la persona, es sólo una parte de la historia, un capítulo dentro de un libro lleno de aventuras, sueños y talentos. Las personas con discapacidad son tan diversas como las estrellas en el cielo: artistas, deportistas, científicos, estudiantes, padres, amigos… ¡lo que sea que se propongan!
La verdadera discapacidad está en la mirada de quien no ve la capacidad: En una sociedad que insiste en la homogeneidad, la discapacidad se convierte en un obstáculo, en una barrera invisible que limita oportunidades. Pero si abrimos nuestros ojos y corazones, podremos ver más allá de las etiquetas y descubrir el potencial infinito que reside en cada persona.
¿Discapacitado? ¡Mejor hablemos de Persona con Discapacidad?
¿Te has preguntado por qué la palabra «discapacitado» genera tanta controversia? En el mundo de la inclusión y la discapacidad, este término ha sido objeto de debate durante mucho tiempo. Y no es para menos, pues su uso despectivo y limitante puede invisibilizar las capacidades y talentos de las personas que viven con alguna condición.
Es hora de desterrar las etiquetas y abrir las puertas a una nueva forma de entender la discapacidad. En lugar de enfocarnos en las «discapacidades», hablemos de personas con capacidades. Personas que, a pesar de los obstáculos que el mundo les presenta, logran cosas increíbles con su talento, determinación y esfuerzo.
¿Por qué seguir usando un término que discrimina y limita? Optemos por un lenguaje inclusivo y respetuoso que ponga en primer lugar a la persona. La forma correcta de referirse a este grupo poblacional es: personas con discapacidad. No «discapacitados», no «personas con capacidades diferentes», ni «personas que sufren una discapacidad».
Recuerda:
- Persona siempre va primero. La condición de persona es lo que nos define a todos.
- Especifica el tipo de discapacidad. Visual, auditiva, física, intelectual, psicosocial, etc.
Al usar un lenguaje adecuado, contribuimos a construir una sociedad más justa e inclusiva. Una sociedad donde las personas con discapacidad sean valoradas por sus capacidades y no discriminadas por sus diferencias.
Términos equivocados de la discapacidad
Entre los más comunes como por ejemplo, «incapacidad» o «minusválido” «persona con diversidad funcional» «persona en situación de discapacidad» «deficientes» «personas especiales» pueden dar a entender que las personas con discapacidades son personas «sin habilidad» o de «menor valor.»
Muchas personas creen que la palabra “discapacidad” es un término muy duro o feo, por lo que optan por decir un eufemismo, o sea, otra palabra “menos ofensiva”, esto en la mayoría de casos es sin mala intención, pero que igualmente pueden herir u ofender.
Capacidades diferentes 🙄
No son personas “diferentes” debido que en la realidad todo ser humano es diferente. Por su parte, hablar de «capacidades diferentes» es un eufemismo que no reconoce la diversidad, ya que al fin y al cabo, todos tenemos capacidades diferentes. El concepto carece de sustento académico o de reconocimiento entre las organizaciones de la sociedad civil especializadas.
Capacidades especiales 🤐
El término «especiales» puede ser paternalista o infantilizante; implica que las personas con discapacidad son diferentes a las demás y necesitan un trato especial, lo que puede perpetuar la discriminación y la exclusión. El foco debería estar en las habilidades y talentos de las personas, no en sus limitaciones. También es redundante, ya que todos tenemos capacidades diferentes, por lo que el término «capacidades especiales» no aporta información adicional.
El término «especial» puede crear una percepción de que las personas con discapacidad son diferentes a la «normalidad», lo que puede generar discriminación y aislamiento.
Persona con diversidad funcional 🤔
Enfatiza en la diversidad de la sociedad y en el hecho de que la persona funciona de una manera diferente a la mayoría y que por eso requiere adaptaciones específicas para algunas tareas cotidianas. La expresión es de uso más habitual en algunos países como España.
Persona en situación de discapacidad 😫
Hace hincapié en el hecho de que la discapacidad proviene de una situación del entorno y no de una supuesta carencia de la persona.
Minusválido 😒
La minusvalía se refiere a una situación de desventaja para un individuo determinado, consecuencia de una deficiencia o de una discapacidad, que limita o impide el desempeño de un rol que es normal en su caso, en función de su edad, sexo y factores sociales y culturales.
El término «minusválido» para referirse a una persona con discapacidad es incorrecto, discriminatorio y estigmatizante por varias razones:
1. Enfatiza la «falta» en lugar de la capacidad. El prefijo «minus» implica que la persona tiene algo menos que los demás, lo que reduce su valor y niega sus capacidades.
2. Es una palabra con connotaciones negativas. Se asocia con debilidad, inferioridad e inutilidad, lo que puede generar discriminación y aislamiento en las personas con discapacidad.
3. No reconoce la diversidad. La discapacidad no es una condición única, sino que abarca una amplia gama de capacidades y experiencias. El término «minusválido» no refleja esta diversidad.
4. Estigmatiza a las personas con discapacidad. El uso de este término puede perpetuar la idea de que las personas con discapacidad son una carga para la sociedad, lo que limita sus oportunidades de participación e inclusión.
El uso del término «minusválido» para referirse a una persona con discapacidad es inadecuado y debe evitarse.
Deficiente 😕
Ser «deficiente» equivale a decir que una persona ha perdido toda normalidad en su estructura o función psicológica, fisiológica o anatómica.
Es importante destacar que el uso de diminutivos en cualquier caso puede implicar una reducción en la valoración de la persona. Por lo tanto, debemos evitar expresiones como «cieguito», «sordito» y similares, ya que no reflejan el respeto y la dignidad que merecen todas las personas.
El término «discapacitado» a menudo conlleva estigmas y prejuicios arraigados en la sociedad. Se utiliza para etiquetar a las personas como «diferentes» o «inferiores», perpetuando así la discriminación y la exclusión. Sin embargo, es fundamental reconocer que las discapacidades no definen el valor o el potencial de un individuo. Todas las personas merecen respeto, dignidad y oportunidades equitativas, independientemente de sus habilidades o capacidades.
Fomentando un Lenguaje Inclusivo y Respetuoso
En lugar de utilizar términos despectivos o limitantes como «discapacitado», es importante adoptar un lenguaje inclusivo y respetuoso que reconozca la dignidad y el valor de cada individuo. En lugar de centrarse en las limitaciones, podemos enfocarnos en las habilidades, fortalezas y contribuciones únicas de las personas con discapacidad.
Al redefinir el concepto de discapacidad y alejarnos del uso del término «discapacitado», podemos promover la autonomía y la inclusión de las personas con discapacidad en todos los aspectos de la vida. Esto implica garantizar el acceso equitativo a la educación, el empleo, la atención médica, el transporte y otros servicios, así como fomentar un entorno que valore la diversidad y celebre la singularidad de cada individuo.
Es importante usar un lenguaje inclusivo y respetuoso que no discrimine ni estigmatice a las personas con discapacidad. El objetivo es crear una sociedad donde todas las personas, con o sin discapacidad, tengan las mismas oportunidades y puedan participar de forma plena en la vida social.
Priorizando la Persona: Más Allá de las Etiquetas de Discapacidad
Por otra parte, al referirnos a una persona en particular, lo correcto es llamarla por su nombre, como a cualquier otro individuo. En caso de que debamos referirnos a la discapacidad, la expresión correcta es la de persona con discapacidad. En primer lugar, hablamos de las personas y en segundo término de la discapacidad como una de sus características.
Las discapacidades conocidas en Colombia son las siguientes:
- Discapacidad auditiva
- Discapacidad fisica
- Discapacidad visual
- Discapacidad psicosocial
- Discapacidad intelectual
- Sordoceguera
- Discapacidad múltiple
En última instancia, el cambio de paradigma en torno al concepto de discapacidad comienza con una mayor conciencia y comprensión de la diversidad humana. Al reconocer y valorar las experiencias y perspectivas de las personas con discapacidad, podemos construir una sociedad más inclusiva, accesible y respetuosa para todos. Así, abandonemos el término «discapacitado» en favor de un enfoque más compasivo y empoderador que celebre la diversidad en todas sus formas.
Es hora de cambiar el chip... Dejemos de hablar de «discapacitados» y empecemos a hablar de personas con discapacidad. Porque al final del día, todos tenemos nuestras propias fortalezas y debilidades. Lo que importa es cómo las utilizamos para construir un mundo más inclusivo y equitativo.
Y ya que conoces cuál es el término correcto para referirse a una persona con discapacidad, ¿cuál será tu aporte para crear un entorno inclusivo donde todas las personas puedan participar y contribuir al máximo de su potencial?
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